A algunas personas les "fastidia" un poco que de respuesta de este tipo pero el único que puede decidir qué te conviene eres tú. Las opciones son:
1) Conservar el 100% de calidad, a costa de problemas de espacio
2) Perder algo de calidad (casi imperceptible) a cambio de comodidad
Para el primer caso, o conservas las cintas DV, o las pasas a DVD. Como dices, el coste es similar, pero una cinta DV es un soporte MAGNÉTICO que se degrada con el tiempo y sufre un desgaste físico en cada visionado, mientras que el DVD es un soporte ÓPTICO que es inmune al paso del tiempo y múltiples visionados, simpre y cuando se lleven ciertas precauciones como cogerlos por los bordes, no dejarlos en cualquier lado (las cajas están para algo)o no lo dejes en el salpicadero del coche o encima de la calefacción.
Todo eso está bien, pero al menos en mi caso la experiencia me dice que una vez que editas algo es MUY RARO que vuelvas a rehacer esa edición, de modo que las grabaciones originales se quedan como estaban.
Mi postura al respecto cuando me interesa conservar el material original es comprimir a un MPEG-2 de alta calidad en formato compatible con DVD. La calidad es practicamente idéntica (imposible apreciar las diferencias a simple vista) y en caso de editar, a aunque tendremos una nueva recompresión y pérdida, seguiremos contando con una buena calidad. Está claro que será inferior a la que podríamos tener trabajando con los originales DV, pero tenemos la ventaja de que con bitrates de 9.000 Kbit/s tendremos alta calidad y una hora por DVD. Si los originales no son extremadamente importante podremos meter una hora y media de vídeo en un DVD con un bitrate de 6.500 Kbit/s, una calidad todavía alta, aunque sufrirá algo en caso de tener que reeditar.
1) Conservar el 100% de calidad, a costa de problemas de espacio
2) Perder algo de calidad (casi imperceptible) a cambio de comodidad
Para el primer caso, o conservas las cintas DV, o las pasas a DVD. Como dices, el coste es similar, pero una cinta DV es un soporte MAGNÉTICO que se degrada con el tiempo y sufre un desgaste físico en cada visionado, mientras que el DVD es un soporte ÓPTICO que es inmune al paso del tiempo y múltiples visionados, simpre y cuando se lleven ciertas precauciones como cogerlos por los bordes, no dejarlos en cualquier lado (las cajas están para algo)o no lo dejes en el salpicadero del coche o encima de la calefacción.
Todo eso está bien, pero al menos en mi caso la experiencia me dice que una vez que editas algo es MUY RARO que vuelvas a rehacer esa edición, de modo que las grabaciones originales se quedan como estaban.
Mi postura al respecto cuando me interesa conservar el material original es comprimir a un MPEG-2 de alta calidad en formato compatible con DVD. La calidad es practicamente idéntica (imposible apreciar las diferencias a simple vista) y en caso de editar, a aunque tendremos una nueva recompresión y pérdida, seguiremos contando con una buena calidad. Está claro que será inferior a la que podríamos tener trabajando con los originales DV, pero tenemos la ventaja de que con bitrates de 9.000 Kbit/s tendremos alta calidad y una hora por DVD. Si los originales no son extremadamente importante podremos meter una hora y media de vídeo en un DVD con un bitrate de 6.500 Kbit/s, una calidad todavía alta, aunque sufrirá algo en caso de tener que reeditar.


