EN DETALLE
Si digo que a finales de 2018 teníamos ADSL de 3 megas de bajada y 512 Kbit/s de subida creo que se entenderá bien que nuestra zona haya estado siempre catalogada de «rural» por parte de las empresas de telecomunicación. Por ese motivo, ninguna vio viable hacer la instalación de fibra. Pero uno de los vecinos se dedica a las telecomunicaciones y, harto del ninguneo, a pesar de todas las trabas burocráticas que le retrasaron más de un año logró finalmente hacer él toda la instalación de fibra de mi urbanización y conectarla con la fibra de Movistar que hay en un polígono industrual a apenas 500 metros de algunas de las casas de la zona.
Pero, supongo que por motivos económicos, la conexión final no se hace con Movistar, sino con Vodafone. Así que mi conexión tiene tres tramos: el residencial (gestionado por mi vecino), el de Movistar (que lleva la fibra desde el polígono hasta Cieza) y, finalmente, el enganche en Cieza con Vodafone. Y, como no puede ser de otra manera, todo lo que puede fallar, falla. Como los cables van por postes y no soterrados, de vez en cuando los roban o algún camión de obras los engancha, arrastrando y tirando en o casiones hasta los postes que los sujetan. También ha habido problemas con la nave donde están los servidores de mi vecino (incendios, robos...) y, como nadie está libre de pecado, también ha habido cagadas de Movistar, en su tramo, y de Vodafone, en su enganche: muy divertido todo.
A pesar de todas las dificultades, siempre he apostado por mi vecino porque fue el que nos sacó de la miseria de conexión que teníamos así que, aunque de vez en cuando haya habido algunos problemas en el tramo que él gestiona no me ha importado porque, sin él, seguiríamos a 3 megas. Pero, por desgracia, hace unos meses tuvo un accidente laboral que ha limitado mucho su capacidad para trabajar y ha tenido que delegar el mantenimiento de la línea de nuestra zona en una tercera persona. A pesar de los problemas recurrentes de los últimos meses he seguido siendo fiel, pero este problema de nada menos que 12 días ha sido la gota que ha colmado el vaso. Al parecer, el problema ha sido doble: por un lado, por un problema con el cableado a cargo de Movistar y, por otro, de configuración de Vodafone. El problema de Vodafone tardó 3-4 días en solucionarse pero el Movistar ha sido el que ha tenido el servidor colgado todo este tiempo. Los vecinos no nos hemos quedado sin internet, pero hemos salido todos por una IP compartida. Eso quiere decir que no había problemas para las conexiones salientes (como navegar) pero sí para las entrantes como todas las del servidor.
A pesar de que en esta ocasión PARECE que el problema no ha estado en el tramo gestionado por mi vecino, la gestión de la persona que ahora está al cargo me ha molestado lo bastante como para, previa conversación con mi vecino, decidir cambiar de proveedor.
Teniendo en cuenta que la mayor parte del cableado es de Movistar, lo lógico hubiera sido contratar la fibra directamente a Movistar para no tener intermediarios. Pero la diferencia de precio es tan elevada que he optado por Orange. El precio del primer año de Movistar es de 60 € al mes (fibra + IP fija), pero pasa a 78 € mensuales a partir del segundo año. Por su parte, el primer año de Orange (fibra + IP Fija) cuesta 47,50 € pasando a 57,50 € a partir de entonces.
Puesto que Orange no tiene fibra propia aquí los problemas serán los mismos, especialmente en lo que respecta a problemas físicos con el cable, pero sí que espero que sean más resolutivos y que puedan hacer más presión para las incidencias al cargo de Movistar en el tramo del polígono hasta Cieza. Lo que ya no sé es si Orange tendrá ya cableado propio en mi urbanización o se lo alquilarán a mi vecino; mañana saldré de dudas. Sea como sea, tengo compromiso de permanencia de un año. Según cómo vaya la cosa durante este año, pues al año que viene renuevo o me planteo otras opciones.
Esperemos que este año tengamos más estabilidad en la conexión.
Sea como sea, os deseo un feliz 2025.
Si digo que a finales de 2018 teníamos ADSL de 3 megas de bajada y 512 Kbit/s de subida creo que se entenderá bien que nuestra zona haya estado siempre catalogada de «rural» por parte de las empresas de telecomunicación. Por ese motivo, ninguna vio viable hacer la instalación de fibra. Pero uno de los vecinos se dedica a las telecomunicaciones y, harto del ninguneo, a pesar de todas las trabas burocráticas que le retrasaron más de un año logró finalmente hacer él toda la instalación de fibra de mi urbanización y conectarla con la fibra de Movistar que hay en un polígono industrual a apenas 500 metros de algunas de las casas de la zona.
Pero, supongo que por motivos económicos, la conexión final no se hace con Movistar, sino con Vodafone. Así que mi conexión tiene tres tramos: el residencial (gestionado por mi vecino), el de Movistar (que lleva la fibra desde el polígono hasta Cieza) y, finalmente, el enganche en Cieza con Vodafone. Y, como no puede ser de otra manera, todo lo que puede fallar, falla. Como los cables van por postes y no soterrados, de vez en cuando los roban o algún camión de obras los engancha, arrastrando y tirando en o casiones hasta los postes que los sujetan. También ha habido problemas con la nave donde están los servidores de mi vecino (incendios, robos...) y, como nadie está libre de pecado, también ha habido cagadas de Movistar, en su tramo, y de Vodafone, en su enganche: muy divertido todo.
A pesar de todas las dificultades, siempre he apostado por mi vecino porque fue el que nos sacó de la miseria de conexión que teníamos así que, aunque de vez en cuando haya habido algunos problemas en el tramo que él gestiona no me ha importado porque, sin él, seguiríamos a 3 megas. Pero, por desgracia, hace unos meses tuvo un accidente laboral que ha limitado mucho su capacidad para trabajar y ha tenido que delegar el mantenimiento de la línea de nuestra zona en una tercera persona. A pesar de los problemas recurrentes de los últimos meses he seguido siendo fiel, pero este problema de nada menos que 12 días ha sido la gota que ha colmado el vaso. Al parecer, el problema ha sido doble: por un lado, por un problema con el cableado a cargo de Movistar y, por otro, de configuración de Vodafone. El problema de Vodafone tardó 3-4 días en solucionarse pero el Movistar ha sido el que ha tenido el servidor colgado todo este tiempo. Los vecinos no nos hemos quedado sin internet, pero hemos salido todos por una IP compartida. Eso quiere decir que no había problemas para las conexiones salientes (como navegar) pero sí para las entrantes como todas las del servidor.
A pesar de que en esta ocasión PARECE que el problema no ha estado en el tramo gestionado por mi vecino, la gestión de la persona que ahora está al cargo me ha molestado lo bastante como para, previa conversación con mi vecino, decidir cambiar de proveedor.
Teniendo en cuenta que la mayor parte del cableado es de Movistar, lo lógico hubiera sido contratar la fibra directamente a Movistar para no tener intermediarios. Pero la diferencia de precio es tan elevada que he optado por Orange. El precio del primer año de Movistar es de 60 € al mes (fibra + IP fija), pero pasa a 78 € mensuales a partir del segundo año. Por su parte, el primer año de Orange (fibra + IP Fija) cuesta 47,50 € pasando a 57,50 € a partir de entonces.
Puesto que Orange no tiene fibra propia aquí los problemas serán los mismos, especialmente en lo que respecta a problemas físicos con el cable, pero sí que espero que sean más resolutivos y que puedan hacer más presión para las incidencias al cargo de Movistar en el tramo del polígono hasta Cieza. Lo que ya no sé es si Orange tendrá ya cableado propio en mi urbanización o se lo alquilarán a mi vecino; mañana saldré de dudas. Sea como sea, tengo compromiso de permanencia de un año. Según cómo vaya la cosa durante este año, pues al año que viene renuevo o me planteo otras opciones.
Esperemos que este año tengamos más estabilidad en la conexión.
Sea como sea, os deseo un feliz 2025.