Además: después de más de un año sin catarlo: ni cerveza, ni vino, ni nada... me apreté media docena de yintonis que no me sentaron ni mal, ni me dolía la cabeza al día siguiente... nada. Lo único que noté fué el subidón, subidón. Uno de esas noches para almacenar en el disco duro.
Editado: creo que me he repetido, ji, ji.
Editado: creo que me he repetido, ji, ji.