Esta mañana vi una noticia de esas fugaces que deambulan por internet y apenas duran unos minutos en pantalla. Era ésta:
http://es.noticias.yahoo.com/rtrs/20080 ... f96_1.html
Aunque no me pude detener a leerla debidamente, me llamó la atención y tomé nota.
Cuando he podido reparar en el asunto y saber algo más...me he conmovido.
Este es Sahiful Mondal:

Un niño indio de 14 años que vive junto a otros 40 en un hogar infantil en Calcuta.
En su mirada brillante y limpia no podremos adivinar, ni un poco siquiera, la tragedia de su vida hasta que a los 7 años llegó a Muktaneer, este hogar infantil dirigido por Swapan Mukherjee, su fundador.
Cuando contaba 3 añitos murió su padre de tuberculosis, pero le quedaban su madre con una enfermedad mental y tres hermanos.
Entre los 3 y los siete años llegó a desempeñar trabajos de muchas horas y soportar toda clase de malos tratos por un plato de arroz rancio al día para él y su familia.
Aunque mellada en ese pasado, en esta foto luce una sonrisa exultante por poder manejar una cámara de vídeo con la que ya ha ganado algunos premios en certámenes infantiles.
En un mundo tan cruelmente injusto y repartido, donde la miseria no tiene finales felices, tu historia ha venido a arrancar mis lágrimas y mi aplauso.
Mucha suerte Sahiful, te deseo toda la suerte del mundo hijo.
http://es.noticias.yahoo.com/rtrs/20080 ... f96_1.html
Aunque no me pude detener a leerla debidamente, me llamó la atención y tomé nota.
Cuando he podido reparar en el asunto y saber algo más...me he conmovido.
Este es Sahiful Mondal:

Un niño indio de 14 años que vive junto a otros 40 en un hogar infantil en Calcuta.
En su mirada brillante y limpia no podremos adivinar, ni un poco siquiera, la tragedia de su vida hasta que a los 7 años llegó a Muktaneer, este hogar infantil dirigido por Swapan Mukherjee, su fundador.
Cuando contaba 3 añitos murió su padre de tuberculosis, pero le quedaban su madre con una enfermedad mental y tres hermanos.
Entre los 3 y los siete años llegó a desempeñar trabajos de muchas horas y soportar toda clase de malos tratos por un plato de arroz rancio al día para él y su familia.
Aunque mellada en ese pasado, en esta foto luce una sonrisa exultante por poder manejar una cámara de vídeo con la que ya ha ganado algunos premios en certámenes infantiles.
En un mundo tan cruelmente injusto y repartido, donde la miseria no tiene finales felices, tu historia ha venido a arrancar mis lágrimas y mi aplauso.

Mucha suerte Sahiful, te deseo toda la suerte del mundo hijo.